Se encoge el Alma

Llega el domingo, comes y estas pendiente del reloj, no se mueven las agujas el tiempo no corre, hasta que llega el momento ansiado. Te enfundas la camiseta, la gorra para que el sol no te moleste en los ojos y pillas la bufanda, la mochila y los bocatas.

Llamas a la familia que estén listos que pasas a por ellos con el coche y en 5 minutos estas en la puerta. Allí están  !!!tan peripuestos como tu¡¡¡ !!de la misma guisa¡¡. Ale al coche que tiramos para Madrid, 40 minutos largos o cortos, según se mire y aparcamos donde siempre en Antonio Leyva.

Ya se ven por doquier, ¡Estamos rodeados de los nuestros¡, y según vas acercándote al Puente de Toledo muchos mas y mas, tomando algo en los bares, merendando en el Puente, en la ribera del Manzanares.. cruzando por la glorieta de Pirámides y bajando por el Paseo de los Melancólicos y allí lo tenemos, justo enfrente.

Ese es. El estadio Vicente Calderón. Las masas ya lo rodean, bullicio, algarabía, bocinas, pitos y cánticos.
Te diriges a la entrada, picas billete atraviesas el torno y ya estas dentro, el corazón ya esta a 120 pulsaciones y sin correr ni hacer deporte. buscas tu el acceso a tu grada con movimientos rápidos de cabeza, subes la escalinata, vas escuchando voces y cánticos y de repente en el ultimo escalón tomas aire, el bello se pone de punta, un escalofrío te recorre todo el cuerpo y el corazón se detiene durante una milésima de segundo, te encuentras con esto:

De verdad que si.
Se encoge el alma.